Pues como dije, los 80 fueron una gozada. Para mí, lo fueron, si cabe, aún mas, pues la llegada de la década me cogió bien cerca de los 15 añitos, y lo que vino después .... fue sencillamente maravilloso.
Desde pequeño, todo lo que tenía ruedas, me volvía loco. Mi padre, al que quiero con locura, ha sido siempre un amante de las cuatro ruedas y, ... de tal palo tan astilla. Ni que decir, que aprendí antes el nombre de las marcas y modelos de la mayoría de coches del mercado, incluidos americanos desconocidos en España, que los de todas las provincias Españolas. Así, con tal sólo diez añitos, y en las faldas de mi padre, conduje (en realidad mantuve el volante) un estruendoso y gastón Ford Mustang Mach I por las tranquilas calles de mi ciudad (esto antes, al contrario que ahora, no estaba penado con la pena de muerte). En resumen, que lo de la pasión por las ruedas fue casi inevitable.
De los años 80, recuerdo, como si fuera ayer, en cuanto a las cuatro ruedas, el BMW 323i (E21) y la llegada de la nueva serie 3, con aquellos E30 repletos de spoilers y acabados M Technic, los Opel Manta, primero en color oro y mas tarde con los colores de Irmscher, los Renault 5 Turbo, ... y como no, los Ferrari Testarossa y F40. Sin embargo, la llegada del M3 E30 en 1987 fue en mi opinión lo mejor de lo mejor. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo ví, en blanco; estaba en el centro de en un inmenso taller de rotulación ya que se estrenaba ese mismo fin de semana en un rallye. Al exagerado aspecto exterior del M3, con todos aquellos músculos a un lado y a otro y el descomunal alerón trasero, se sumaba un sonido que dejaba callado al más pintado. Ir de Rallyes en aquella época era ir a ver los M3 en acción. Aún hoy, 20 años después, siguen dándo guerra y asombrando a mas de uno con estupendas clasificaciones.
En cuanto a las dos ruedas, ... esto merece capítulo aparte.
Desde pequeño, todo lo que tenía ruedas, me volvía loco. Mi padre, al que quiero con locura, ha sido siempre un amante de las cuatro ruedas y, ... de tal palo tan astilla. Ni que decir, que aprendí antes el nombre de las marcas y modelos de la mayoría de coches del mercado, incluidos americanos desconocidos en España, que los de todas las provincias Españolas. Así, con tal sólo diez añitos, y en las faldas de mi padre, conduje (en realidad mantuve el volante) un estruendoso y gastón Ford Mustang Mach I por las tranquilas calles de mi ciudad (esto antes, al contrario que ahora, no estaba penado con la pena de muerte). En resumen, que lo de la pasión por las ruedas fue casi inevitable.
De los años 80, recuerdo, como si fuera ayer, en cuanto a las cuatro ruedas, el BMW 323i (E21) y la llegada de la nueva serie 3, con aquellos E30 repletos de spoilers y acabados M Technic, los Opel Manta, primero en color oro y mas tarde con los colores de Irmscher, los Renault 5 Turbo, ... y como no, los Ferrari Testarossa y F40. Sin embargo, la llegada del M3 E30 en 1987 fue en mi opinión lo mejor de lo mejor. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo ví, en blanco; estaba en el centro de en un inmenso taller de rotulación ya que se estrenaba ese mismo fin de semana en un rallye. Al exagerado aspecto exterior del M3, con todos aquellos músculos a un lado y a otro y el descomunal alerón trasero, se sumaba un sonido que dejaba callado al más pintado. Ir de Rallyes en aquella época era ir a ver los M3 en acción. Aún hoy, 20 años después, siguen dándo guerra y asombrando a mas de uno con estupendas clasificaciones.
En cuanto a las dos ruedas, ... esto merece capítulo aparte.
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