viernes, 20 de marzo de 2015

PROYECTO KATANA (PRIMERA PARTE): Y UNA VEZ MAS... ASÍ COMENZÓ TODO ...


Ni que decir tiene, que de siempre me ha gustado esta moto. ¿A quien no?. Sin embargo, he de reconocer que nunca pensé en poder llegar a poseer una. Al contrario de lo ocurrido con otras de su tiempo, como la Honda CB900F o la CB1100R o incluso la Kawasaki 1000J, nunca soñé con tener una Katana, y no entiendo en realidad el porqué. Imagino que tiene que ver con el público al que iba dirigido esta moto en aquellos años. Mas selecto, y si se me permite mayor. Un público diferente. Y es que había motos que no estaban dirigidas al fuego de la calle, a las carreras improvisadas, al peligro constante... La Suzuki katana, al igual que la Honda CBX 1000 (6 cilindros), por ejemplo, o la mismísima BMW K100, aunque buenas máquinas, eran cosa de gente mas seria y selecta; de señores.

Pero como las reglas están ahí para romperlas, que servidor, profesional en esto de liarla, le echó el ojo a un buen ejemplar, y con el tiempo, porque no fue cosa de llegar y besar el santo, que la fui apreciando mas, y como se merece, hasta acabar soñando con ella, y como no, teniéndola en casa.

La cosa empezó allá por el año 2002, en el encuentro de motos clásicas del Viejas Glorias de Ingenio, donde, como ya comenté en el artículo de la "CB900F, La Moto a Prueba del Santo Job", decidí volver al mundo de las dos ruedas, pero esta vez para vivirlas de una manera mas sensata; con una clásica. Allí me la encontré, y he de decir que fue posiblemente la primera moto que consideré. De pura casualidad, que la que hoy es mi esposa, y sin yo saberlo, sacó una foto del momento, que se puede decir, incluye subtítulos: 


La moto estaba entonces en venta, pero ya reservada, y en firme, para un señor de la península, con lo que los subtítulos de la foto duraron bien poco.

Sin embargo, pasaron los años y por esas cosas de la vida que entablé una muy, muy buena amistad con el dueño de aquella Suzuki Katana, que al final no se fue para "la peni", y en mayo de 2010 nos la traeríamos para casa, para hacerle un completo ...


En la foto, con mi fiel amigo Abraham, un tío grande con el que cualquier reto parece mas asequible. Su participación en este proyecto, como en casi todos los demás, ha resultado decisiva.


Continuará ...

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