Pues con el motor ya en casa, y prácticamente listo para su instalación, llegó el momento de curar y hacer desaparecer el par de heridas de guerra que producto de una caída de poca importancia dejó la popular, a la vez que ineficaz, defensa de la época.
La reparación abarcaría así dos aletas de los cilindros, una en la parte lateral y superior del bloque (bastante visible) y la otra justo en la esquina de la parte baja (también en un lugar a la vista).
Lo primero es preparar las zonas de fijación, limpiándolas con la Dremel y algo de acetona:
El siguiente paso, haciendo uso del socorrido papel de celo, consite en conseguir los planos sobre los que trabajar:
A continuación el empaste, con dos manos consecutivas de Poxipol hasta conseguir un grueso apropiado:
Finalizado el empaste, pasamos al refinado a base de lija, hasta llegar a un acabado lo mas aceptable posible, y a la vista, ya que el "perfecto" comprometería la resistencia de la zona reparada:
Aún así, tras el colorín colorado, las reparaciones quedan prácticamente imperceptibles:
Con esto, el motor queda listo para su instalación ...
Lo primero es preparar las zonas de fijación, limpiándolas con la Dremel y algo de acetona:
Finalizado el empaste, pasamos al refinado a base de lija, hasta llegar a un acabado lo mas aceptable posible, y a la vista, ya que el "perfecto" comprometería la resistencia de la zona reparada:
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